Ventajas de las máquinas virtuales

06.03.2015 02:29
Compatibilidad: Al igual que un ordenador físico, una máquina virtual aloja su propio sistema operativo
y aplicaciones guest, y dispone de los mismos componentes (placa base, tarjeta VGA, controlador de
tarjeta de red, etc.). El resultado de ello es que las máquinas virtuales son totalmente compatibles con la
totalidad de sistemas operativos x86, aplicaciones y controladores de dispositivos estándar, de modo de se
puede utilizar una máquina virtual para ejecutar el mismo software que se puede ejecutar en un ordenador x86 físico.
 
Aislamiento: Aunque las máquinas virtuales pueden compartir los recursos físicos de un único ordenador,
permanecen completamente aisladas unas de otras, como si se tratara de máquinas independientes.
Si, por ejemplo, hay cuatro máquinas virtuales en un único servidor físico y falla una de ellas, las otras tres
siguen estando disponibles. El aislamiento es un factor importante que explica por qué la disponibilidad y
protección de las aplicaciones que se ejecutan en un entorno virtual es muy superior a
las aplicaciones que se ejecutan en un sistema tradicional no virtualizado.
 
Encapsulamiento: Una máquina virtual es básicamente un contenedor de software
que ata o “encapsula” un conjunto completo de recursos de hardware virtuales, así
como un sistema operativo y todas sus aplicaciones, dentro de un paquete de software.
El encapsulamiento hace a las máquinas virtuales extraordinariamente portables y
fáciles de gestionar. Por ejemplo, puede mover y copiar una máquina virtual de un
lugar a otro como lo haría con cualquier otro archivo de software, o guardar una máquina
virtual en cualquier medio de almacenamiento de datos estándar, desde una memoria USB de
tamaño de bolsillo hasta las redes de área de almacenamiento (SAN) de una empresa.
 
Independencia del hardware: Las máquinas virtuales son completamente independientes de su
hardware físico subyacente. Por ejemplo, se puede configurar una máquina virtual con componentes
virtuales (CPU, tarjeta de red, controlador SCSI, pongamos por caso) que difieren totalmente
de los componentes físicos presentes en el hardware subyacente.